El Hospital General de Alicante
realiza, a través de una liposucción de abdomen y espalda, la primera
intervención de este tipo en la provincia a una paciente que estaba
mastectomizada
DR.Ashley Novo Médico adjunto del servicio de cirugía plástica del Hospital General Universitario de Alicante

Una alicantina de 42 años, a la que tuvieron que
extirpar un pecho por un cáncer, ha recuperado el volumen de la mama
empleando su propia grasa y sin tener que recurrir a prótesis. Se trata
de la primera vez que un hospital público de la provincia -el General de
Alicante- realiza este tipo de reconstrucción. Una nueva oferta en la
cartera de servicios que está destinada a mujeres que cumplan unos
criterios. «No sirve para todas las pacientes, son casos seleccionadas»,
insiste el doctor Ashley Novo, médico adjunto del servicio de Cirugía
Plástica y Reconstructiva.
El Hospital General de Alicante es el primer
centro público de la provincia que emplea la técnica del tejido adiposo
con células madre en una reconstrucción de toda la mama. «Esta es la
primera que se hace exclusivamente de grasa y completa en la provincia.
La paciente está muy bien y nos ha dicho que se ve mejor, que tiene sus
dos mamas y que su imagen corporal también está mejor porque ha reducido
abdomen y contorno», explica el doctor.
Las transferencias de tejido graso consisten en
utilizar estos depósitos grasos de la paciente. Se hace una liposucción,
«con una técnica más fina»- y se extraen a baja presión para que no se
rompan los tejidos y poder reimplantarlos, una vez se ha procesado
adecuadamente, separando la grasa noble, las células madre de los
desechos.
Según el especialista, «el tejido adiposo ha sido
considerado una de las zonas donantes más atractivas debido a su fácil
obtención mediante un simple lipoaspirado y la alta cantidad de células
que se pueden asilar. Además, el aislamiento de células madre
mesenquimales es un proceso sencillo y fácilmente reproducible con un
resultado óptimo».
Esta técnica permite la reconstrucción o mejora
estética en dos o tres sesiones, es totalmente inocua, poco invasiva,
consigue un aumento estético moderado en cada intervención, y además de
que no requiere material protésico alguno, tampoco deja cicatrices en
las zonas donantes.
La primera de las sesiones a la que se sometió la
paciente fue hace seis meses. El servicio de Cirugía Plástica, dirigido
por la doctora Elena Lorda, eligió el caso porque «la mastectomía había
sido ahorradora de piel, no estaba radiada y tenía grasa». La
liposucción se hizo en el abdomen y la espalda y, al mismo tiempo, al no
llegar al mismo volumen, «se redujo discretamente y se subió la otra
mama, que estaba caída». La segunda sesión se realizó hace un mes y
fueron necesarios extraer en total 4.000 gramos, de los que se emplearon
450 para la reconstrucción. «Sacamos bastante para una vez se hace el
procesado poner la mejor», matiza el especialista, quien añade que ya
hecha la reconstrucción «se hace el pezón y la areola se tatúa».
La intervención, con anestesia local y sedación,
se prolonga dos horas (en este tiempo se incluye el procesado antes de
la reconstrucción), el postoperatorio fue de una semana y a los 15 días
la paciente ya recuperó su vida cotidiana.
Desde hace unos años, este servicio emplea las
transferencias de tejido graso, pero para reparar defectos de pequeños
volúmenes en mama o en otras zonas del cuerpo. Es el caso de los
pacientes con VIH que sufren lipoatrofia facial severa, una deformación
por la pérdida de grasa. Hasta ahora no se había realizado para la
reconstrucción de una mama completa porque, según el doctor Ashley,
«había algunas dudas de si esto podía inducir algún tipo de nuevas
tumoraciones, pero ya está demostrado que no aumenta las recidivas».
Sobre los criterios de selección, «tiene que ser
una mastectomía ahorradora de piel, no estar radiada porque esta piel no
es tan elástica, que haya zonas donantes, pero no sirve que la paciente
engorde, su biotipo tiene que ser así y tampoco podemos hacer mamas
grandes».
Con pacientes ya en cartera para someterse a la
intervención, «esta técnica abre una nueva vía en la reconstrucción
mamaria y se suma a las ya vigentes que son el trasplante
microquirúrgico y la reconstrucción con prótesis», destaca la doctora
Lorda, responsable del servicio, uno de los más solicitados en el país
para los residentes que se forman en esta especialidad. La Sociedad
Española de Cirugía Plástica ha puesto en marcha una serie de estancias
en diferentes centros españoles, y el hospital ya ha recibido la primera
estancia médica en la que, a lo largo de dos días, los residente se
formaron con el equipo quirúrgico en el trasplante de tejido adiposo.
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