
Si
siempre es importante abrocharse el cinturón de seguridad cuando se
viaja en coche, durante el embarazo debe recordarse de forma especial.
Contrariamente a la creencia más extendida, este no hace ningún daño al bebé si se usa correctamente.
Si bien siempre hay que extremar la
precaución en la carretera, durante el embarazo es especialmente
importante, ya que tal y como recuerda la Dirección General de Tráfico (DGT),
son dos las vidas que hay que proteger. Uno de los elementos que nunca
hay que olvidar y que ayuda mucho a reducir la siniestralidad es,
precisamente, el cinturón de seguridad.
Existen muchas recomendaciones equivocadas
circulando por la red o en determinados foros, sobre cómo abrocharse el
cinturón durante el embarazo. No obstante, muchas carecen de base, y en
realidad ponen en riesgo la vida de la madre y del bebé en caso de
accidente.
La posición correcta para abrocharte el
cinturón de seguridad durante el embarazo es, en su banda inferior, lo
más ajustado posible a la parte ósea de las caderas, por debajo del
abdomen. Nunca lo sitúes por encima de la barriga. La
banda superior del cinturón, la que se sitúa en diagonal, debe colocarse
por encima del hombro, entre los pechos y alrededor del abdomen. No
llevar el cinturón en caso de accidente no solo te deja expuesta a todos
los riesgos que tiene ya de por sí. Además, el riesgo de parto prematuro se duplica.
He aquí una lista de las medidas que nunca debes adoptar:
- No colocar la banda inferior del cinturón detrás del cuerpo, ni con una pierna por encima. Le impides hacer correctamente su función si se produce un accidente.
- No dejes el cinturón holgado. Ajustarlo no perjudicará al bebé.
- No coloques una almohadilla entre el cinturón y tu barriga.
- Evita colocar una mano entre el cinturón y tu cuerpo para tener la sensación de que queda más holgado, o atar el cinturón a la ropa con una pinza. Si hubiera un frenazo brusco podrías sufrir una lesión importante.
Sin embargo, sí que puedes emplear alguno de los accesorios que existen en el mercado,
especialmente diseñados para que las embarazadas puedan abrocharse el
cinturón mejor. El cojín con cintas, el cojín con isofix y el chaleco
guía pueden ayudarte a cumplir las premisas indicadas anteriormente.
Además, el airbag para el acompañante debe estar conectado, ya que puede prevenirte de lesiones muy graves si se produce un choque.
En caso de sufrir un pequeño accidente, aunque aparentemente sea muy leve, es importante acudir al ginecólogo, para que compruebe que todo está correcto.
¿Puedo conducir estando embarazada?
En principio sí, pero es prudente que tengas presentes una serie de indicaciones:
- Realiza trayectos cortos (o descansa a menudo si el trayecto es largo).
- Conduce relajada e intenta no frenar bruscamente.
- A partir de la semana treinta, procura tener siempre un acompañante.
- Abandona la conducción inmediatamente si sientes mareos, náuseas, etc.
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