Un estudio confirma que uno de cada cinco niños tiene obesidad abdominal, aunque muchos de ellos no tienen exceso de peso
Un estudio confirma que uno de cada cinco niños tiene obesidad abdominal, aunque muchos de ellos no tienen exceso de peso
Investigadores del Instituto Hospital del
Mar de Investigaciones Médicas (Imim) han demostrado que incorporar la
medición de la circunferencia de la cintura de niños y adolescentes ayuda a detectar riesgos cardiometabólicos.
Los investigadores proponen que esta medida se sume a los controles
tradicionales de peso y altura para tener así más indicadores sobre
posibles riesgos cardiovasculares.
En concreto, los expertos defienden
que a partir de un ratio conseguido con las medidas de la cintura y la
altura se puede detectar la obesidad adbominal, que se considera
existente cuando el resultado es igual o superior a 0,5. El estudio, que
publica la revista 'Plos One', incide en que este simple control sobre la obesidad abdominal permitiría detectar más facilmente los menores con predisposición a padecer arteriosclerosos o diabetes tipo 2.
Los niños con cintura elevada tienen
mayor probabilidad de tener el azúcar, los lípidos y los triglicéridos
elevados, y como consecuencia, de desarrollar una diabetes. "Es una enfermedad que ha ido a más, y ya hay casos que surgen a los 10 años",
explica Helmut Schröder, investigador del Imim. Además, Schröder
recuerda que detectar estos problemas a tiempo también puede ayudar a
evitar otras enfermedades cardiovasculares que suelen surgir en personas
adultas.
El estudio hecho en Barcelona es el primero que se realiza en España sobre obesidad abdominal en niños y adolescentes,
y ha contado con datos de más de 1.500 menores entre 6 y 17 años, que
han participado en el estudio Enkid sobre nutrición y hábitos
alimentarios.
Uno de cada cinco niños, afectados
De los resultados se estima que en España un 21,3% de los niños entre 6 y 11 años y un 14,3% de los adolescentes entre 12 y 17 años tienen obesidad abdominal. De
hecho, hasta un 7,5% de los niños que tienen un peso normal y un 49,2%
de los que tienen sobrepeso presentan esta patología --un 1,8% y un
44,1% de los adolescentes, respectivamente--, unos porcentajes que no
serían identificados con los métodos tradicionales, ha indicado
Schröder.
La investigación prueba que hay personas, tanto adultas como jóvenes, que a pesar de tener un peso completamente normal tienen obesidad abdominal, y a la inversa, personas con sobrepeso que tienen la grasa repartida por todo el cuerpo y por lo tanto con un menor riesgo cardiometabólico.
Schröder recuerda que más allá de
las pruebas que ratifican la presencia de la obesidad infantil en
menores, los padres pueden tener indicios de esta enfermedad solo con
fijarse en la barriga de sus hijos. Ante la duda, es muy aconsejable
preguntar al pediatra y si el menor padece esta enfermedad "es clave y muy fácil cambiar su estilo de vida".
"La epidemia de la obesidad infantil
es uno de los desafíos más grandes para las políticas de salud",
concluyen desde el Imim. Los beneficios de incorporar la circunferencia
de la cintura como una medida más dentro de la práctica clínica
rutinaria son positivos, concluyen, y además la medida es "fácilmente aplicable, sin coste adicional y que tomaría solo unos minutos a los facultativos".
No hay comentarios:
Publicar un comentario